Sonó el teléfono y era Andrea.
*Conversación telefónica*
-¡Hola hola!
-¡Vamos que nos vamos!- Dije con tono entusiasta.
-Sí, qué nervios.- Dijo Andrea, nerviosa.
-¿Has visto los privados de tuenti?
-Qué vaa, ¿qué pasa?
-Ah, pues que me han dicho que vayamos a una quedada por la piscina, que no podemos faltar.
-Anda qué bien, ¿a qué hora?
-A las 18:00h, yo te recojo ¿sí?
-Okay mi vida, te dejo que voy a comer a un restaurante jiji, chau guapa.
-Oh qué morro, llévame contigo, JAJAJAJA, bromi, adiós guapa a ponerse las botas jiji.- Dije bromeando. *Colgamos*
*Narra Andrea*
*Narra Andrea*
Iba en el coche, mi hermana no paraba hablar y moverse.
-Hija, para de saltar-Dijo mi padre con los ojos fijos en la carretera.
-Papá, cambia de emisora, por favor.
-Andrea, ya llegamos, no vas a. poder escuchar ninguna canción.
Resoplé. Llegamos al restaurante. Por fuera tenía una enorme cristalera, y un cartel con unas grandisímas letras para resaltar el cartel. Entramos, eran paredes blancas y mesas con manteles a cuadros rojos y blancos, me senté al lado de mi hermana, un camarero más o menos de mi edad, guapisímo. Pedimos y esperamos, cogí el móvil y le envié un WhatsApp a _____.
Andrea:
Hooooola _____//14:17
______:
Hooooli//14:17
Andrea:
Te hablo desde el restaurante//14:18
_____:
Te envidio//14:19
Andrea:
Muahahaha//14:19
_____:
Y yo aquí en mi casa comiendo garbanzos D://14:20
Andrea:
JAJAJAJA//14:22
____:
No te rías! Venga hasta luego, te quiero//14:25
Andrea:
Nos vemos ;), yo también te quiero//14:25
Guardé el móvil en el bolsillo y me dí cuenta, de que, el plato estaba ya allí.
Terminé de comer, y en el restaurante, pusieron una canción llamada Heartbreaker. Estuve escuchando la canción y al terminar, dijeron el nombre del grupo, otra vez ellos, Auryn, joo que bien cantan. Mis padres pagaron la cuenta, y regresamos a casa.
Ya eran las 17:00h y me empecé a preparar para ir a la piscina, elegí este biquini: Con unos shorts rosas y una camiseta ancha. Coloqué en la mochila la toalla, un cepillo y en fin, todo lo que solemos llevar las chicas. Pasaron 15 minutos y me acordé de Laura, decidí llamarla para invitarla a la piscina, así conocería a más gente del barrio. Ella encantada me dijo que sí y quedamos en que después la recogería.
*Narra Andrea*
Abrí el armario, y cogí un biquini, me quité la camiseta y cambié el sujetador por la parte de arriba del biquini: Después, de vestirme, cogí un taburete y busqué una bolsa. Encontré una bolsa, metí dentro una toalla, el móvil, una lata de coca cola, dinero y las llaves.
Fui a recoger a Laura a las 17:40h para que me diera tiempo a recoger también a Andrea y no llegar tarde a la piscina, odio llegar tarde. Al llegar a la casa de Laura, ella me invitó a pasar, y yo para no hacer el feo le hice caso, y le dije que rápido porque si no llegaríamos tarde, y repito, odio llegar tarde. Me enseñó su casa en 5 minutos, yo no paraba de mirar el reloj... Me presentó a sus padres y nos fuimos. Ella iba con este biquini:
Íbamos de camino a recoger a Andrea, mientras hablábamos de el viaje a Londres. Llegamos a la casa de Andrea, las presenté y parecieron caerse bien.
Llegamos tarde y ya sabéis, seré pesada pero es que no hay cosa que odie más que llegar tarde, me puse colorada como un tomate y se me quitaron las ganas de entrar, por que joder... Ya iba tarde. Pero Andrea y Laura me obligaron a entrar, compramos las entradas y entramos. Nos sorprendimos porque no había nadie, tan sólo nuestros amigos, confeti, globos... Dimos un paso y gritaron todos... ¡Sorpresa! Dios mío, tenemos a los mejores amigos del mundo, Laura se apartó y dijo, parece que esto es para vosotras, nos sonrió. Todos nuestros amigos nos abrazaron y a algunos hasta se les cayó una lagrimilla, Andrea y yo también lloramos, íbamos a estar un año sin verles. Cuando se nos pasó un poco el sofocón agarré a Laura del hombro y se la presenté a todos. Pasamos un gran rato en la piscina, Laura conoció a amigos nuevos y nos despedimos como debíamos. El avión salía a las 22:30 así que nos fuimos de la piscina a las 20:30 para estar puntuales en el aeropuerto.
*Narra Andrea*
Acompañé a ____. Entré en casa y, mi padre empezó a impacientarse.
-¡Andrea date prisa, que vas a perder el avión!
-Ya voy, ya voy. Además, quedan dos horas, todavía me queda tiempo.
Subí a mi cuarto, cogí ropa y me encerré en el cuarto de baño, me quité la ropa y me metí en la ducha, por lo menos, para quitarme el cloro del pelo y el cuerpo.
Cuando terminé, me sequé y me vestí. Eran las 21:05, enchufé el secador y con el peine me peiné el pelo a la vez que me lo secaba. Terminé, volví a la habitación, cogí la maleta y bajé a bajo. Mi madre salió de la cocina, mientras yo dejaba la maleta al lado de la puerta.
-Hija, ¿estás segura?
-Sí, mamá, estoy segurisíma.
Mi hermana y mi padre aparecieron, agarré la maleta y me monté en el coche. Quince minutos más tarde, estaba en el aeropuerto, esperando a _____ y a sus padres.
Andrea me acompañó a casa, entré y mis padres estaban en la cocina. Yo saludé con la mano, subí corriendo a mi cuarto, cogí ropa y la dejé sobre la cama. Después, entré en el baño y me duché, salí de la ducha, cogí una toalla y me tapé el cuerpo. Regresé a mi cuarto, me vestí, volví al baño, me peiné y otra vez fui al cuarto a coger la maleta. Bajé y mis padres me esperaban con cara de pocos amigos.
-Hija, date más prisa o ¡llegaremos tarde!
-¿Sabes qué hora es? ¡Son las 21:30!
-Vamos, vamos.
Corrí al coche y me llevaron lo más rápido posible al aeropuerto. Al llegar, la familia de Andrea estaba sentada en unos asiento, al lado de las cintas esas del aeropuerto.
-¡___! Por fiiiiin.
-Si esque, se entretiene con tonterías.-Dijo mi padre, saludando a los padre de Andrea.
Nuestras familias se despidieron de nosotras, y justo salió en la pantalla destino a Londres.
Andrea y yo nos miramos, echamos a andar, este mes va a ser ¡el mejor de mi vida!.
Entramos en el avión, nos abrochamos los cinturones.
-A ver, Andrea, tienes... el DNI, dinero, el pasaporte...¡Andrea!- Dije, sacudiendo a Andrea.
-¿¡Qué, qué!?
-No me estás escuchando.- Dije intentando parecer enfadada, pero me entró la risa floja.
-¡Ay!, ___ que pesada.- Dijo Andrea, volviendo a ponerse los cascos.
Yo cogí el móvil y entré en Twitter y, como no tenía menciones, ni novedades, apagé el móvil y me quedé mirando la ventanilla, absorta en recuerdos que iba a dejar atrás.